domingo, 20 de julio de 2014

CUANDO RESPIRAMOS, NOS RELAJAMOS






Por Ernesto Sánchez


Un concepto central para la vida es la respiración. Sin respiración, no hay vida, y ésta  nos llega con el primer aliento. El soplo es el espíritu de Dios.  Son dos los movimientos, inhalación y exhalación,  yin y yang.  Con la respiración unimos las polaridades: lo  masculino y lo femenino,  la luz y la sombra, el bien y el mal. Lo dual se vuelve uno. Cuando se recibe el oxigeno nos llenamos de la sabiduría que hay en la naturaleza y cuando exhalamos entregamos al mundo el amor que viene de nuestro corazón. Le damos al universo nuestro aire que la naturaleza vuelve a transformar una vez más en vida y aliento, que es en definitiva el soplo del espíritu. Cuando respiramos nos relajamos.

-Maestro, ¿es el hombre un cuerpo con alma y espíritu o somos espíritu que hemos encarnado en un cuerpo? 

-El hombre no es un cuerpo con espíritu, es un alma viviente. Somos energía que se manifiesta a veces en forma densa como cuerpo y otras veces en forma más sutil.  El cuerpo es el espíritu. No hay dualidad. Somos una totaliad. El agua aunque tenga forma de hielo o de vapor es agua.  El cuerpo tiene una función que es vivir para tener experiencia del mundo y  crecer; el alma es para recibir y dar amor; el espíritu es para el disfrute de la Vida Eterna y el Amor Incondicional. Es en  el cuerpo donde se manifiesta el espíritu. 

La respiración es el  soplo divino que nos da la vida.  Al respecto, el maestro Deng Ming-Dao, decía: respira porque tu respiración  regula el latido de tu corazón;    respira, porque alimenta tu cerebro, pone roja tu sangre. Cuando respiras,  el campo de energía  de tu cuerpo es puesto en movimiento.
    
La respiración,  junto a un corazón amable, tiene el poder infinito de Dios.

 

lunes, 7 de julio de 2014

El lenguaje del corazón será siempre de gratitud y de perdón



Por Ernesto Sánchez


El discípulo le dijo al maestro:

-En estos tiempos las relaciones humanas y los encuentros para tomarse un café casi se han vuelto inexistentes, lo virtual se ha venido imponiendo como una manera de comunicación casi alienante.  Hoy somos masas automatizadas que buscamos sobrevivir. Nos hemos vuelto  indiferentes, desconfiado, poco amable y hasta muy mal educados. El estrés de la vida diaria es  la norma para vivir corriendo hacia ninguna parte. ¿Por qué, maestro,  las relaciones humanas hoy se han vuelto tan difíciles? 

- Si una de las cosas que más hacemos actualmente es hablar. Parloteamos, hasta  cuando estamos dormidos. Hablamos y no escuchamos. Nos informamos pero no nos comunicamos.   Hay cantidad, no calidad.  Pero lo fundamental para una buena relación con el otro es que haya una real comunicación y ésta  va a depender de los diversos contextos en la que se desarrolle. No es tanto lo que se diga  sino el cómo lo digas. 

-Toda comunicación humana se hace mediante el lenguaje pero no solo son palabras las que se transmiten cuando hablamos, sino también  gestos, miradas, experiencias, sentires y energías.  Nuestro cuerpo es semántico, siempre significará algo para alguien. Nuestros olores y humores también comunican de manera sutil y es  invisible a los ojos.  Los animales son muy sensibles para detectar esa química (a nosotros los humanos se nos atrofiaron esas facultades olfativas hace muchísimo tiempo).

- Una relación humana -continuó diciendo el maestro- será de calidad cuando la hagamos desde un corazón sincero, porque como dice la biblia, sólo lo que está en tu corazón es lo que saldrá por tu boca.  Y lo que no salga por  la boca saldrá por  los gestos o por las miradas. 

-A veces se dice mucho con el silencio.  Sólo cuando  calla la mente, y  habla el corazón la comunicación se convierte en una relación espiritual. Sobre el silencio, como lenguaje del corazón, el maestro Den Ming Dao nos dice estas sabias palabras: “Al escuchar no con el oído sino con el espíritu, se puede percibir el sonido sutil. Al entrar en ese sonido, entramos en la suprema pureza. Es por eso que tantas religiones tradicionales rezan, cantan o salmodian como preludio al silencio. Entienden que la repetición y la absorción del sonido los lleva a lo sagrado”.

-El lenguaje del corazón será siempre  de gratitud y  de perdón.  Entonces, podríamos hablar de una relación y de una comunicación efectiva cuando están  basadas en el gesto amable, en la aceptación y la tolerancia. La clave para una auténtica comunicación, dialógica, cara a cara, está en el reconocimiento y la valoración del otro en su dignidad -concluyó diciendo el viejo maestro. 


lunes, 30 de junio de 2014

EL SENTIDO DE LA VIDA EN EL MUNDO





Por Ernesto Sánchez
El sentido de la vida está en la vida misma en su proceso. Sólo le damos el sentido que ya está en nosotros. Somos lo que hacemos,  y eso que hacemos es lo que nos define, porque es la obra, el hacer lo que habla por nosotros, y lo que en definitiva nos transciende.

Algunos buscan el sentido en sus vidas realizando lo que les hace feliz, pero no existe una sola manera de concebir la razón de existir. Hay  tantas como seres pensantes habiten en el planeta. Nuestra misión es descubrir cuál es el propósito de nuestra vida, el porqué y el para qué de la existencia.


- Maestro ¿la vida tendrá algún sentido o es ella un absurdo sin sentido?

- La vida no posee una lógica lineal de la que podamos formular alguna receta específica de cómo vivir. Se vive y ya. La vida no tiene por qué tener un sentido concreto. Si buscas su significado  en alguna doctrina, en una determinada corriente filosófica, en una teología, da por seguro que te perderás lo mejor que tiene la vida. Depende de ti. La vida en sí misma es un libro en blanco, él se convierte en cualquier cosa que tú escribas.  Puedes escribir tu felicidad, o puedes describir tu desdicha.

Los viejos maestros nos han hablado de cómo encontrar el sentido de la vida.  Por ejemplo,  Lao Tsé decía: El Tao (la existencia) en el vivir, consigue el placer de la vida; en el sentir, encuentra el sentimiento; en la amistad, armoniza con todos; en las palabras, es verdadero.  Sólo cuando descubrimos y  cultivamos el tesoro  que se oculta en nuestro ser interior  -el amor, la moderación y el espíritu-, estaremos en capacidad de vivirla en profundidad y disfrutarla intensamente;  entonces  es allí cuando podremos hallar la verdadera razón de nuestra estancia en el mundo.



viernes, 27 de junio de 2014

DAVID Y GOLIAT, UNA ENSEÑANZA DEL ESPÍRITU



Por Ernesto Sánchez



“Y Saúl vistió a David con sus ropas,  y puso sobre su cabeza un casco de bronce,  y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos,  y probó a andar,  porque nunca había hecho la prueba.  Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto,  porque nunca lo practiqué.  Y David echó de sí aquellas cosas.” 1 Samuel 17:38-39.

Cuando David enfrentó a Goliat entendió que no era con la espada ni con armadura que debía enfrentar al gigante. Se encomendó a Dios, y venció en la contienda. 

En las artes marciales, el Aikido, se vale fundamentalmente de la intuición para lograr una mejor defensa. El Gran Maestro Morihei Ueshiba  decía que para la enfrentar al contendor hay que valerse del espíritu porque ese es el mejor escudo.  La enseñanza que se puede  ofrecer a través de las técnicas y el entrenamiento del cuerpo es importante, pero más importante es lo que se aprende desde la visión  interior del espíritu humano y la Voluntad Divina  que en definitiva siempre será una enseñanza superior de la que se pueda impartir aún en las mejores escuelas.

En una oportunidad el discípulo se le acercó al viejo maestro y le preguntó:

-Maestro,  ¿qué es la espiritualidad?

“Lo espiritual constituye la dimensión más específicamente humana;  el filósofo Hegel la ubicó como el concepto básico de su sistema teórico. Es una palabra tomada de la religión, pero su contenido es el mismo tanto en la religión, en la filosofía como en la ciencia. Se refiere a la relación que ocurre por un lado entre el Logos de Dios o Inteligencia Superior que subyace en la Naturaleza y el Cosmos,  y del otro lado, la del ser  individual que recibe la Energía Creadora de la Existencia. En principio esta recepción de la Sabiduría Divina o Inteligencia  no es consciente. Pero en su proceso de crecimiento en la experiencia humana y en su despertar, el hombre se irá transformando o evolucionando  en un ser capaz  de asumir su responsabilidad  en el mundo, al mismo tiempo que irá comprendiendo el sentido de su vida”.

Volviendo a nuestro ejemplo ya citado, David entendió que no fue sólo su  habilidad la que  derrotó al gigante,  sino que más bien fue la  fortaleza de su fe lo que iluminó su mente y abrió los ojos del espíritu  para poder ver,  en medio de la amenaza, la forma de vencer sin  ninguna clase de temor, poniendo toda su confianza en su escudo espiritual. 

jueves, 12 de junio de 2014

DESEO + CREATIVIDAD + ACTUACIÓN = LOGRO





Por Ernesto Sánchez


El hombre  busca y  desea cosas,  pero también desea que lo deseen, es decir, busca ser objeto  del deseo de alguien.  Aquiles Nazoa nos decía:    “… creo en mi mismo porque sé que hay alguien que me ama”. Es decir, el hombre desea ser amado, ser reconocido que es como una forma de sentirse amado.  Buscar  el reconocimiento, precisamente,   es lo que lo define como un ser social. ¿Pero qué es el deseo?  Según Hegel, es ausencia de algo, es carencia.  Se desea lo que no se tiene. Ese afán de que nos reconozcan es lo que nos hace humano.  Se busca la sabiduría, el poder, la felicidad.  He ahí nuestro itinerario existencial.  La Biblia en su sabiduría revelada nos dice: “Busca (desea) el Reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura”.  Por otro lado, Lao Tsé, advertía  que no hay crimen más enorme que perseguir deseos.  Creo que el viejo maestro se refiere a perseguir carencias y ausencias que es como perseguir la nada,  y eso sí que es muy frustrante. ¿Cuándo se podrá alcanzar lo que es nada?



-Maestro, dicen que el desear hace infeliz al hombre, ¿qué hay de cierto en ello?

-Hijo, Lo malo no es el deseo.  Lo que hace daño es no lograr lo deseado, porque  produce frustración que nos hará resentidos e infelices. El deseo  es un pensamiento, una idea que proyectas desde el presente hacia el futuro.  Pero si  reprimes tu logro, si reprimes lo que tú quieres expresar libremente y reprimes la actuación de tu ser, no sólo te producirá frustración, sino también te llevará a estados de  impotencia y estancamiento del alma.  Eso es lo malo, no el deseo en sí mismo.  Cuando hay deseo y creatividad; cuando hay creatividad y acción, el logro  vendrá por añadidura, el cual  no es otra cosa que la realización del ser como gracia divina  del espíritu humano.
  

Cuando hay satisfacción y agradecimiento por el logro, éste te dignifica y te da el impulso para seguir creciendo. 


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