lunes, 21 de julio de 2014
domingo, 20 de julio de 2014
CUANDO RESPIRAMOS, NOS RELAJAMOS
Por Ernesto Sánchez
Un concepto central para la vida
es la respiración. Sin respiración, no hay vida, y ésta nos llega con el primer aliento. El soplo es
el espíritu de Dios. Son dos los
movimientos, inhalación y exhalación, yin y yang.
Con la respiración unimos las polaridades: lo masculino y lo femenino, la luz y la sombra, el bien y el mal. Lo dual
se vuelve uno. Cuando se recibe el oxigeno nos llenamos de la sabiduría que hay
en la naturaleza y cuando exhalamos entregamos al mundo el amor que viene de
nuestro corazón. Le damos al universo nuestro aire que la naturaleza vuelve a
transformar una vez más en vida y aliento, que es en definitiva el soplo del
espíritu. Cuando respiramos nos relajamos.
-El hombre no es un cuerpo con espíritu, es un alma viviente. Somos energía que se manifiesta a veces en forma densa como cuerpo y otras veces en forma más sutil. El cuerpo es el espíritu. No hay dualidad. Somos una totaliad. El agua aunque tenga forma de hielo o de vapor es agua. El cuerpo tiene una función que es vivir para tener experiencia del mundo y crecer; el alma es para recibir y dar amor; el espíritu es para el disfrute de la Vida Eterna y el Amor Incondicional. Es en el cuerpo donde se manifiesta el espíritu.
La respiración es el soplo divino que nos da la vida. Al respecto, el maestro Deng Ming-Dao, decía: respira porque tu respiración regula el latido de tu corazón; respira, porque alimenta tu cerebro, pone roja tu sangre. Cuando respiras, el campo de energía de tu cuerpo es puesto en movimiento.
La respiración, junto a un corazón amable, tiene el poder infinito de Dios.
lunes, 7 de julio de 2014
El lenguaje del corazón será siempre de gratitud y de perdón
Por Ernesto Sánchez
El discípulo le dijo al maestro:
-A veces se dice mucho con el silencio. Sólo cuando calla la mente, y habla el corazón la comunicación se convierte en una relación espiritual. Sobre el silencio, como lenguaje del corazón, el maestro Den Ming Dao nos dice estas sabias palabras: “Al escuchar no con el oído sino con el espíritu, se puede percibir el sonido sutil. Al entrar en ese sonido, entramos en la suprema pureza. Es por eso que tantas religiones tradicionales rezan, cantan o salmodian como preludio al silencio. Entienden que la repetición y la absorción del sonido los lleva a lo sagrado”.
-El lenguaje del corazón será siempre de gratitud y de perdón. Entonces, podríamos hablar de una relación y de una comunicación efectiva cuando están basadas en el gesto amable, en la aceptación y la tolerancia. La clave para una auténtica comunicación, dialógica, cara a cara, está en el reconocimiento y la valoración del otro en su dignidad -concluyó diciendo el viejo maestro.
lunes, 30 de junio de 2014
EL SENTIDO DE LA VIDA EN EL MUNDO
Por Ernesto Sánchez
El sentido de la vida está en la
vida misma en su proceso. Sólo le damos el sentido que ya está en nosotros.
Somos lo que hacemos, y eso que hacemos
es lo que nos define, porque es la obra, el hacer lo que habla por nosotros, y
lo que en definitiva nos transciende.
Algunos buscan el sentido en sus
vidas realizando lo que les hace feliz, pero no existe una sola manera de
concebir la razón de existir. Hay tantas
como seres pensantes habiten en el planeta. Nuestra misión es descubrir cuál es
el propósito de nuestra vida, el porqué y el para qué de la existencia.
- Maestro ¿la vida tendrá algún sentido o es ella un absurdo sin sentido?
- La vida no posee una lógica lineal de la que podamos formular alguna receta específica de cómo vivir. Se vive y ya. La vida no tiene por qué tener un sentido concreto. Si buscas su significado en alguna doctrina, en una determinada corriente filosófica, en una teología, da por seguro que te perderás lo mejor que tiene la vida. Depende de ti. La vida en sí misma es un libro en blanco, él se convierte en cualquier cosa que tú escribas. Puedes escribir tu felicidad, o puedes describir tu desdicha.
Los viejos maestros nos han hablado de cómo encontrar el sentido de la vida. Por ejemplo, Lao Tsé decía: El Tao (la existencia) en el vivir, consigue el placer de la vida; en el sentir, encuentra el sentimiento; en la amistad, armoniza con todos; en las palabras, es verdadero. Sólo cuando descubrimos y cultivamos el tesoro que se oculta en nuestro ser interior -el amor, la moderación y el espíritu-, estaremos en capacidad de vivirla en profundidad y disfrutarla intensamente; entonces es allí cuando podremos hallar la verdadera razón de nuestra estancia en el mundo.
viernes, 27 de junio de 2014
DAVID Y GOLIAT, UNA ENSEÑANZA DEL ESPÍRITU
Por Ernesto Sánchez
“Y Saúl vistió a David con sus
ropas, y puso sobre su cabeza un casco
de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó
David su espada sobre sus vestidos, y
probó a andar, porque nunca había hecho
la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no
puedo andar con esto, porque nunca lo
practiqué. Y David echó de sí aquellas
cosas.” 1 Samuel 17:38-39.
Cuando David enfrentó a Goliat
entendió que no era con la espada ni con armadura que debía enfrentar al
gigante. Se encomendó a Dios, y venció en la contienda.
En las artes marciales, el
Aikido, se vale fundamentalmente de la intuición para lograr una mejor defensa.
El Gran Maestro Morihei Ueshiba decía que
para la enfrentar al contendor hay que valerse del espíritu porque ese es el
mejor escudo. La enseñanza que se puede ofrecer a través de las técnicas y el
entrenamiento del cuerpo es importante, pero más importante es lo que se
aprende desde la visión interior del
espíritu humano y la Voluntad Divina que
en definitiva siempre será una enseñanza superior de la que se pueda impartir aún
en las mejores escuelas.
En una oportunidad el discípulo
se le acercó al viejo maestro y le preguntó:
-Maestro, ¿qué es la espiritualidad?
“Lo espiritual constituye la
dimensión más específicamente humana; el
filósofo Hegel la ubicó como el concepto básico de su sistema teórico. Es una
palabra tomada de la religión, pero su contenido es el mismo tanto en la
religión, en la filosofía como en la ciencia. Se refiere a la relación que
ocurre por un lado entre el Logos de Dios o Inteligencia Superior que subyace
en la Naturaleza y el Cosmos, y del otro
lado, la del ser individual que recibe la Energía Creadora de
la Existencia. En principio esta recepción de la Sabiduría Divina o Inteligencia
no es consciente. Pero en su proceso de
crecimiento en la experiencia humana y en su despertar, el hombre se irá transformando
o evolucionando en un ser capaz de asumir su responsabilidad en el mundo, al mismo tiempo que irá comprendiendo
el sentido de su vida”.
Volviendo a nuestro ejemplo ya
citado, David entendió que no fue sólo su habilidad la que derrotó al gigante, sino que más bien fue la fortaleza de su fe lo que iluminó su mente y
abrió los ojos del espíritu para poder ver,
en medio de la amenaza, la forma de
vencer sin ninguna clase de temor, poniendo
toda su confianza en su escudo espiritual.
jueves, 12 de junio de 2014
DESEO + CREATIVIDAD + ACTUACIÓN = LOGRO
Por Ernesto Sánchez
El hombre busca y desea cosas, pero también desea que lo deseen, es decir, busca
ser objeto del deseo de alguien. Aquiles Nazoa nos decía: “… creo en mi mismo porque sé que hay
alguien que me ama”. Es decir, el hombre desea ser amado, ser reconocido que es
como una forma de sentirse amado. Buscar
el reconocimiento, precisamente, es lo que lo define como un ser social. ¿Pero
qué es el deseo? Según Hegel, es ausencia
de algo, es carencia. Se desea lo que no
se tiene. Ese afán de que nos reconozcan es lo que nos hace humano. Se busca la sabiduría, el poder, la
felicidad. He ahí nuestro itinerario
existencial. La Biblia en su sabiduría
revelada nos dice: “Busca (desea) el Reino de Dios y lo demás vendrá por
añadidura”. Por otro lado, Lao Tsé, advertía
que no hay crimen más enorme que
perseguir deseos. Creo que el viejo
maestro se refiere a perseguir carencias y ausencias que es como perseguir la
nada, y eso sí que es muy frustrante. ¿Cuándo
se podrá alcanzar lo que es nada?
-Maestro, dicen que el desear hace infeliz al hombre, ¿qué
hay de cierto en ello?
-Hijo, Lo malo no es el deseo. Lo que hace daño es no lograr lo deseado, porque produce frustración que nos hará resentidos e infelices. El deseo es un pensamiento, una idea que proyectas desde el presente hacia el futuro. Pero si reprimes tu logro, si reprimes lo que tú quieres expresar libremente y reprimes la actuación de tu ser, no sólo te producirá frustración, sino también te llevará a estados de impotencia y estancamiento del alma. Eso es lo malo, no el deseo en sí mismo. Cuando hay deseo y creatividad; cuando hay creatividad y acción, el logro vendrá por añadidura, el cual no es otra cosa que la realización del ser como gracia divina del espíritu humano.
Cuando hay satisfacción y agradecimiento por el logro, éste
te dignifica y te da el impulso para seguir creciendo.
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https://www.facebook.com/CrecimientoHumano022014?ref=hl
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